DEFINICIÓN
El asma
es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías aéreas en la cual participan
muchas células, en particular mastocitos, eosinófilos, linfocitos T,
macrófagos, neutrófilos y células epiteliales. En individuos susceptibles, esta
inflamación causa episodios recurrentes de sibilancias, dificultad
respiratoria, opresión en el pecho y tos, generalmente durante la noche y
temprano en la mañana. Estos episodios están asociados con obstrucción difusa y
variable de las vías aéreas la cual es a menudo reversible espontáneamente o
con tratamiento.
La
inflamación también está asociada con un aumento de la reactividad
(hiperreactividad) bronquial a varios estímulos. Evidencias recientes indican
que algunos pacientes pueden desarrollar fibrosis de la membrana basal
bronquial y que este cambio, llamado remodelación, puede contribuir a anomalías
persistentes en la función pulmonar.
2.
EPIDEMIOLOGIA
Prevalencia
El
aumento de la prevalencia del asma en las últimas décadas ha hecho de esta
enfermedad un problema significativo de salud pública mundial al cual sólo
pueden equipararse muy pocas otras entidades.
Según
datos publicados recientemente por la Organización Mundial de la Salud – OMS-,
se estima que el asma podría estar afectando en el mundo entre 100 y 150 millones
de personas y ocasionando una mortalidad directa anual de 2 millones de personas.
En
Colombia, el estudio de prevalencia de asma en la población general realizado
en 6 ciudades entre los años 2000 y 2002 muestra que la prevalencia de asma actual
fue de 10.4%. El grupo de 1 a 4 años mostró las tasas de prevalencia más altas
con una disminución gradual y uniforme en función de la edad. Las ciudades con
las tasas más altas fueron Medellín (13%), San Andrés (11.7%) y Bucaramanga
(11.5%). La prevalencia de asma según “diagnóstico médico de asma alguna vez en
la vida” fue de 6.2%.
Mortalidad
La mortalidad
por asma en Colombia ha venido disminuyendo desde 1986 siendo la tasa de 1.6
por 100.000 habitantes en 1994; esta tasa es menor que la informada en otros países
latinoamericanos como Costa Rica (3.76), Argentina (3.38), Cuba (4.09), Uruguay
(5.63) y Venezuela (3.1).
En el
mundo, la mortalidad por asma mostró una tendencia a aumentar en la mayoría de
los países en la década de los 80’s.
En los
últimos años, al igual que en Colombia, se ha observado una disminución de la
mortalidad por asma sin que exista una explicación clara de este
comportamiento.
Morbilidad y carga de la
enfermedad
El asma
es la enfermedad crónica más frecuente en la infancia. Es una de las principales
causas de consulta, asistencia a los servicios de urgencias, hospitalización y
ausentismo laboral y escolar. El asma tiene un impacto económico sustancial en Colombia;
62% de los pacientes habían gastado entre $100.000 y $300.000 mensuales y 48%
de ellos había tenido incapacidad laboral por lo menos de un día. Este estudio
muestra que el impacto económico y la morbilidad son lo suficientemente altos
para considerar el asma como un problema de salud pública en Colombia, hecho que
necesita el reconocimiento gubernamental como lo han hecho las autoridades de
países donde la prevalencia es mucho más baja. Esta medida es necesaria para obtener
y destinar los recursos que permitan disminuir el impacto negativo de la
enfermedad.
FACTORES DE RIESGO
Genéticos.
En la
patogénesis del asma intervienen condicionantes genéticos que determinan la
susceptibilidad, conjuntamente con una variedad de factores ambientales que
inducen y mantienen la respuesta inmunológica inflamatoria bronquial y las
exacerbaciones típicas de la enfermedad. Aunque el carácter genético del asma
está bien establecido, hasta el momento no se ha detectado ninguna variante
genética exclusiva de esta enfermedad; por el contrario, se han identificado
varias regiones cromosómicas y numerosos polimorfismos asociados débilmente, ya
sea con el fenotipo de asma, con la hiperreactividad bronquial o con altos
niveles de Ig. Actualmente se considera que este problema respiratorio es
genéticamente complejo, resultado de la interacción de varios genes entre sí y
con el medio ambiente. Las enfermedades alérgicas se presentan en familias.
Algunos estudios sugieren que la presencia de atopia y asma aumenta el riesgo
de presentar asma en las siguientes generaciones. El riesgo es mayor si uno de
los padres tiene asma especialmente la madre y si se acompaña de historia
familiar de atopia (dermatitis atópica). Se sugiere que el asma y la atopia
presentanuna herencia independiente.
Algunos
de los genes con variantes asociadas estadísticamente con la presencia de asma
se encuentran: ADAM33, localizado en el cromosoma (cr.) 20; IL4, IL13, CD14, en
el cr.5; IL4R, cr.16; NOS1, cr.12; RANTES, cr.17; y, FCREIB, cr.11; Dadas las
funciones de dichos genes, entre los cuales los que más se relacionan con la
producción de Ig E específica, son los localizados en la región HLA del cr. 6,
se supone que la asociación estadística es reflejo de su participación
biológica en el proceso, lo cual se ha confirmado sólo en algunos ca-sos. Sin
embargo, las posibilidades de intervención y prevención poblacional basadas en
estos hallazgos son todavía muy escasas. De igual manera, todavía esta información,
de gran potencial futuro, carece de utilidad en el manejo de pacientes
individuales.
Ambientales
De los
factores de riesgo ambientales, los alérgenos son los agentes causales más
comunes de asma, aunque en la evolución del proceso inflamatorio también pueden
influir otros elementos, como el humo del cigarrillo y las infecciones
respiratorias, tanto virales como bacterianas. La distribución e importancia
clínica relativa de los alergenos dependen de las condiciones ecológicas
particulares de cada región del mundo.
En algunos
sitios los alergenos derivados de los pólenes son muy relevantes y actúan
frecuentemente como agentes causales de asma. En otras latitudes este papel puede
ser ejercido además por alergenos de mohos, cucarachas y ácaros. Estos últimos
han resultado muy importantes como causantes de asma en la mayoría de los países,
especialmente en aquellos que como en Colombia, prevalecen las condiciones
climáticas tropicales, las cuales favorecen notoriamente el crecimiento delos
ácaros.
Animales Domésticos
Los
animales domésticos como perros, gatos, pequeños roedores y pájaros entre
otros, producen descamación de la piel y otros productos orgánicos que pueden
ser alergenos. La intensidad de la respuesta alérgica a esos elementos es
variable; por ejemplo, la exposición al epitelio de gato en una persona
sensibilizada produce crisis de asma y rinitis severas. Sin embargo, la
exposición a altas concentraciones de alergenos de gatos parece prevenir la sensibilización
en la primera época de la vida.
Infecciones Respiratorias
Además de
los alergenos, las infecciones virales son causa frecuente de dificultad
respiratoria y sibilancias. En personas con asma, las infecciones virales dan
origen a exacerbaciones de los síntomas. Infortunadamente el diagnóstico
microbiológico de las infecciones virales respiratorias no es ampliamente
utilizado en nuestro medio, de manera que no es fácil evaluar la importancia relativa
de cada uno de los virus involucrados. El Virus Sincitial Respiratorio (VSR),
los Adenovirus, los Rinovirus, Parainfluenza y otros, son los que más se han detectado
en la mayoría de los países. El VSR y los adenovirus son los causantes de la
mayoría de los casos de bronquiolitis y con mucha frecuencia producen sibilancias.
La evolución de éstas y su persistencia como asma crónica depende de muchos
factores y aunque se reconoce su papel como factores de riesgo para asma, hasta
el momento no hay manera confiable de predecir la relación entre infección viral
y el desarrollo de asma.
Exposición ocupacional
El efecto
de los factores ambientales en la etiología del asma se reconoce mejor en los
casos de asma ocupacional. De hecho, los factores de riesgo de asma mejor
caracterizados individualmente son los que inducen asma ocupacional, ya que en
estos casos las condiciones ambientales son menos variables y la relación causa-efecto,
incluyendo su componente dinámico (curva dosis-respuesta), se puede identificar
más fácilmente. Al mismo tiempo, estos casos señalan la importancia del
condicionamiento genético, ya que sólo un pequeño porcentaje de todas las
personas en una empresa desarrolla asma. Un buen interrogatorio de los
pacientes permitirá identificar esta posible causa de asma, para cuya
confirmación también se cuenta hoy en día con varios ensayos inmunológicos y
pruebas funcionales respiratorias.
Cigarrillo
Los
efectos nocivos del humo del cigarrillo sobre la mucosa bronquial y su papel
como coadyuvante de la aparición de síntomas de asma han sido ampliamente documentados,
incluyendo los casos de fumadores pasivos. Más recientemente se ha documentado
la interacción de la exposición al humo de cigarrillo con factores genéticos.
La frecuencia de enfermedades respiratorias en niños aumenta en la medida en
que los padres u otras personas de la casa fuman. Si la madre fuma durante el
embarazo, la probabilidad de que el niño presente asma durante la infancia es
mucho mayor. Al lado de los ácaros, el cigarrillo constituye el factor de riesgo
para asma mejor descrito; teóricamente la posibilidad de eliminar el humo del
cigarrillo como factor de riesgo es mayor que la de eliminar los alergenos de ácaros.
Sin embargo, en ambos casos la información convencimiento que el mismo médico
tenga de sus efectos determinarán las medidas preventivas que tomará en los
casos de niños que provengan de familias con antecedentes de asma.
FISIOPATOLOGÍA
En los
últimos veinte años el asma ha pasado a ser considerada como una enfermedad
inflamatoria crónica y persistente de las vías aéreas cuya característica distintiva
es la presencia de eosinófilos: bronquitis eosinofílica crónica. Esta forma
especial de inflamación del asmático ocurre en una población susceptible. Gran número
de estudios genéticos y epidemólogicos sugieren que el asma es un trastorno de
causa compleja. Entre sus características más importantes están su estrecha
asociación con atopia, una influencia clara de agentes ambientales y la
tendencia a agruparse en familias. La inflamación bronquial está presente en
todos los pacientes independientemente de su grado de severidad incluso en el
paciente asintomático y con función pulmonar normal. La obstrucción al flujo de
aire es causada por varios fenómenos que ocurren en las vías aéreas y que de
una u otra forma están relacionados con la inflamación.
Células inflamatorias y
mediadores
Aunque
los mastocitos, macrófagos, eosinófilos, linfocitos T, basófilos y células
epiteliales entre otras están involucrados en la respuesta alérgica, las
células más relevantes en el asma son: mastocitos, eosinófolos y linfocitos T.
Fases de la inflamación
Clásicamente
la inflamación asmática ocurre en dos fases: la inmediata y la tardía. La reacción
inmediata ocurre en los minutos siguientes a la exposición al desencadenante
con un pico de intensidad entre los 15 y los 30 minutos y resolución entre 1 y
2 horas. Hay un predominio de mastocitos. La
reacción tardía comienza entre 2 y 4
horas después de la exposición, tiene su pico entre las 6 y las 12 y se
resuelve en 24 horas. Sin embargo, en algunos individuos puede no resolverse
completamente llevando a la inflamación persistente. Predominan eosinófilos y
linfocitos.
·
Secuencia de la reacción
inflamatoria en el asma.
La
sensibilización inicial se produce cuando ingresa al epitelio bronquial un
alergeno que es tomado por una célula presentadora de antígeno la cual lo
presenta, valga la redundancia, a un linfocito T ayudador tipo 2 (LTh2) que
libera IL 2, IL 3 e IL 4 induciendo la expansión clonal de linfocitos B y la
producción de IgE. Observaciones clínicas y epidemiológicas han relacionando la
Ig E con la severidad del asma y con la respuesta inicial y sostenida de la vía
aérea frente a los alergenos. La IgE puede unirse a los receptores de alta
afinidad (FceRI) presentes en la superficie de los mastocitos tisulares y de
los basófilos de la sangre periférica induciendo, al interactuar con el
alergeno, su degranulación y la liberación de mediadores pro-inflamatorios
responsables de los síntomas y signos del paciente. Se considera que los
síntomas iniciales se deben principalmente a la liberación de histamina,
leucotrienos, prostaglandina D2 y FAP mientras que los síntomas tardíos a la
liberación de IL4, IL5, factor de necrosis tumoral alfa (TNF alfa), además de
leucotrienos y PAF.
En la fase temprana hay broncoespasmo, edema y
obstrucción al flujo aéreo. La fase tardía se caracteriza por inflamación de la
vía aérea, obstrucción al flujo e
Hiperreactividad.
En la fase tardía, por efecto del
factor de crecimiento, la IL-4 y la IL-13, los fibroblastos, las células
epiteliales y el músculo liso liberan factores de crecimiento y fibrogénicos
involucrados en la remodelación de la vía aérea, la hiperreactividad bronquial
y la obstrucción de la vía aérea. Los eosinófilos tienen un efecto directo
sobre la obstrucción y la inflamación bronquial a través de la liberación de la
PBM y de mediadores lipídicos y una influencia indirecta en la remodelación de
la vía aérea. Las citoquinas liberadas por los mastocitos colaboran en la
amplificación y perpetuación de la inflamación crónicadel asma. Esta reacción
inflamatoria estimula la descarga de moco y afecta significativamente la
estructura de la pared bronquial incluyendo el músculo liso bronquial, los
vasos sanguíneos y la membrana basal que de perpetuarse ocasiona la denominada
remodelación de la vía aérea responsable de cambios irreversibles en la función
pulmonar.
DIAGNÓSTICO
El
diagnóstico de asma es clínico y se comprueba por la demostración en la
espirometría o la curva de flujo-volumen de obstrucción al flujo de aire, la
cual es característicamente episódica y reversible. Aunque el diagnóstico
clínico es aceptable, todo paciente debería tener una espirometría que no sólo
es útil para confirmar el diagnóstico sino para clasificar la severidad de la
enfermedad. No hay examen sanguíneo, imagenológico o anatomopatológico
confirmatorio.
A)
Clínico
El
diagnóstico de asma es clínico y se sustenta en la historia y el examen físico;
puede ser corroborado, en algunos pacientes, por la demostración de un defecto obstructivo,
de naturaleza episódica y reversible de las vías aéreas.
v Historia Clínica. No hay síntomas específicos de asma; los siguientes se consideran
sugestivos de la enfermedad:
•
Sibilancias
•
Dificultad para respirar
•
Opresión torácica y
• Tos
Lo
característico en el asma es la naturaleza episódica, variable e intermitente
de la presentación de estos síntomas los cuales pueden tener diferentes grados
de severidad y presentarse aislados o en diversas combinaciones. En algunos casos
la tos persistente es el único síntoma de asma. Un rasgo adicional es su presentación
o empeoramiento durante la noche o con algunos factores precipitantes dentro de
los cuales se destacan:
•
Ejercicio
•
Infecciones virales
•
Animales peludos
• Polvo
doméstico
• Humo de
cigarrillo o de leña
• Polen
• Cambios
de temperatura
• Estrés
emocional
•
Aerosoles químicos
•
Medicamentos (aspirina, AINES, betabloqueadores)
Es muy
importante en la historia clínica el antecedente personal o la historia
familiar de otras enfermedades alérgicas tales como dermatitis atópica o
rinitis.
v Examen Físico. El examen
físico puede ser normal especialmente si el paciente es asintomático; Muchos enfermos
pueden tener una auscultación normal a pesar de tener un defecto obstructivo
considerable valorado por la espirometría o el flujo espiratorio pico. La
presencia de sibilancias, usualmente difusas, bilaterales y generalmente espiratorias,
es el signo clásico del asma; pueden ser audibles a distancia o hacerse aparentes
con una maniobra de espiración forzada. Aunque las sibilancias pueden
encontrarse en otras enfermedades respiratorias siempre debe considerarse el diagnóstico
de asma cuando estén presentes. En los pacientes estables y en aquellos con
crisis muy severas, las sibilancias pueden estar ausentes. En los pacientes con
asma severa persistente se pueden encontrar signos de hiperinflación (aumento
del diámetro anteroposterior del tórax) con o sin sibilancias y signos de
hipertensión pulmonar.
B)
Pruebas de Función Pulmonar
Las
siguientes pruebas de función pulmonar son útiles para confirmar el diagnóstico
de asma y para calificar su severidad:
v Espirometría o curva de flujo-volumen: Es el
método de elección para confirmar el asma. Se debe practicar a todas las
personas en las cuales se sospeche asma salvo los niños menores; la gran
mayoría de los adultos y niños mayores de 6 años la pueden realizar
correctamente. La espirometría en asma permite:
•
Diagnosticar la obstrucción de la vía aérea
•
Comprobar la reversibilidad de la obstrucción de la vía aérea
•
Monitorizar el progreso de la enfermedad y los efectos del tratamiento
• Valorar
la severidad
v Monitorización del flujo espiratorio pico: Mide el
flujo máximo que alcanza el aire durante una espiración forzada; es una
maniobra altamente dependiente del esfuerzo, una técnica correcta y la
colaboración del paciente
v Pruebas de broncoprovocación: Se
utilizan en pacientes que tienen síntomas sugestivos de asma y espirometría o
curva de flujo-volumen normal; son particularmente útiles en asmáticos cuya
manifestación clínica fundamental es tos y tienen espirometría normal; Lo que
buscan las pruebas es causar obstrucción mediante estímulos que normalmente, en
ciertas concentraciones, no producen alteración a la población general. La prueba
de mejor rendimiento y estandarización es la prueba de broncoprovocación con
metacolina. Cuando no se dispone de metacolina puede utilizarse como estímulo
el ejercicio, la histamina o la inhalación de solución salina hipertónica o
agua destilada.
C)
Otras pruebas de función
pulmonar.
La
medición de volúmenes pulmonares puede indicarse cuando se considera enfermedad
restrictiva asociada o cuando, en el paciente con asma persistente, la
severidad de la disnea no se explica por la alteración en la curva de
flujo-volumen. La determinación de la capacidad de difusión puede ser útil para
diferenciar entre asma y enfisema en pacientes con riesgo para ambas
enfermedades.
D)
Otros estudios paraclínicos
v Estudios de alergia. En casos seleccionados, en particular
cuando se considera inmunoterapia, pueden
realizarse estudios de marcadores de procesos alérgicos tales como niveles
de IgE, recuento de eosinófilos sangre o en moco nasal y pruebas cutáneas para
detectar sensibilidad a alergenos. Estos estudios no están indicados de manera
rutinaria.
v Radiografía del tórax. La radiografía del tórax es útil para hacer el
diagnóstico diferencial con enfermedades respiratorias que pueden simular asma
como la misma tuberculosis pulmonar y para descartar complicaciones o condiciones
asociadas en casos de crisis asmáticas severas como neumotórax, atelectasias o neumonía.
En el asmático moderado y severo persistente puede haber hiperinflación.
6.
TRATAMIENTO
Tratamiento integral: está conformado por seis
componentes, interrelacionados, en los cuales intervienen diferentes
disciplinas del equipo de salud:
1. Educación del paciente y la
familia
2. Evaluación y monitoreo inicial
de la severidad basándose en la sintomatología del enfermo y siempre que sea
posible en la medición de la función pulmonar.
3. Evitación y control de los
factores precipitantes.
4. Establecimiento de un plan
individualizado de medicación para el tratamiento a largo plazo
5. Establecimiento de un plan de
tratamiento para las crisis
6. Establecimiento de un plan
regular de seguimiento periódico para control y monitoria de la enfermedad.
v TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
Debe
seleccionarse con base en la severidad del asma, la disponibilidad de los
medicamentos, el sistema de prestación de servicios de salud y las circunstancias
individuales del paciente. Los medicamentos utilizados en el manejo del asma se
clasifican en dos grupos:
•Controladores: También denominados
profilácticos, preventivos o de mantenimiento se utilizan diariamente a largo
plazo para obtener y mantener el control del asma persistente.
•Aliviadores: Medicamentos de rescate o de
rápido alivio, actúan rápidamente para aliviar la broncoconstricción y los
síntomas agudos que la acompañan.
MEDICAMENTOS CONTROLADORES
1.
Corticosteroides: Los corticosteroides son los
fármacos antiinflamatorios más potentes y consistentemente eficaces en el
control a largo plazo del asma, y como tales, son los medicamentos de primera
línea en todos los niveles de severidad, con la excepción del asma intermitente.
La demostración de inflamación en este último grupo de pacientes durante los
períodos asintomáticos y con pruebas de función pulmonar normal ha llevado a
plantear su uso también en el asma intermitente. En la forma inhalada se
utilizan para el control a largo plazo de la enfermedad. Su administración
sistémica (oral o parenteral) se utiliza en las crisis, para controlar rápida.
v Corticosteroides inhalados: Beclometasona,
Budesonida, budesonida solución para nebulizar, Fluticasona.
v Corticosteroides sistémicos: Mejoran
rápidamente los síntomas y la obstrucción de la vía aérea. Se usan en forma
oral. La prednisona, prednisolona, metilprednisolona, deflazacort.
2.
Metilxantinas: La
teofilina de efecto prolongado es la principal metilxantina utilizada en el
tratamiento del asma. La aminofilina para administración oral es otro
medicamento perteneciente a este grupo, tiene un tiempo de acción corto por lo
cual puede ser útil en algunos casos como un medicamento aliviador. Por vía
endovenosa se utiliza en algunos casos de crisis severas. Tienen efecto
broncodilatador directo débil a moderado, inhiben las fosfodiesterasas,
antagonizan los efectos de la adenosina sobre los mastocitos y mejoran el
transporte mucociliar y la contractilidad diafragmática. El mecanismo por el
cual tienen efecto antiinflamatorio no está bien establecido.
3.
β
-agonistas adrenérgicos inhalados de acción prolongada: Tienen
duración de acción prolongada y deben ser administrados con intervalo mayor a
cada 12 horas. En nuestro medio contamos actualmente con salmeterol y
formoterol. La vía de administración recomendada es inhalatoria a pesar de que
el formoterol también está disponible en presentación para vía oral.
4.
β-agonistas
adrenérgicos orales de acción prolongada: Incluye formoterol para administración
oral y salbutamol o terbutalina de liberación prolongada. Son medicamentos
broncodilatadores
5.
Modificadores
de los leucotrienos: Este grupo de medicamentos incluye: montelukast,
zafirlukast y pranlukast, los cuales se se encuentran disponibles en nuestro
medio.
MEDICAMENTOS ALIVIADORES: Son medicamentos que actúan
rápidamente para aliviar los síntomas y el broncoespasmo.
1.
β agonistas de acción corta: como el salbutamol, terbutalina y
fenoterol, son la primera elección en el
control de los síntomas asmáticos agudos y en la prevención de los síntomas en
el asma inducida por ejercicio. Debe usarse, con muy pocas execepciones la vía
inhalada porque tiene la mejor relación riesgo-beneficio
2.
Anticolinérgicos: El único anticolinérgico de
acción corta disponible es el bromuro de ipratropio.
3.
Corticosteroides sistémicos: Se utilizan por vía oral
(prednisona, prednisolona, metilprednisolona, deflazacort), en dosis altas (40
a 60 mg de prednisona/día o equivalente) y en ciclos cortos (5-10 días) para
abortar crisis,para tratar el asma severa persistente no controlada con, dosis
altas de los otros medicamentos y para tratar las crisis severas.
v TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO
1.
Educación: La educación es una parte
fundamental del manejo integral del asma. Constituye uno de los tres pilares
del tratamiento, junto con la evitación de los factores desencadenantes y el
uso racional y adecuado de la medicación específica. Se ha comprobado que reduce
la morbimortalidad, disminuye las consultas médicas y las visitas a urgencias,
repercute positivamente en la calidad de vida de los asmáticos y reduce los
costos de salud.
La
educación tiene como fin primordial lograr el adecuado automanejo del asma por
parte del paciente. Cumple así el ideal ético de lograr la autonomía del
paciente como persona. El médico y el paciente son “socios” en la búsqueda del
control de la enfermedad, pero es el paciente el gran responsable de su
autocuidado.
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