BRONQUITIS
1.
DEFINICION
La
bronquitis aguda (BA) es un término clínico que implica una inflamación
autolimitada de las vías aéreas mayores del pulmón, que se acompaña con
frecuencia de tos, en un 70%, con o sin expectoración y fiebre. La tos aguda
debe diferenciarse de aquella que se presenta por más de 3 semanas y en la que
acuciosamente se han descartado como diagnósticos diferenciales la neumonía y
el asma.
Las más
recientes evidencias y guías consultadas coinciden en que la BA es:
v Una enfermedad autolimitada.
v En 95% de los casos es de origen
vírico.
v Hay que hacer diagnóstico
diferencial con asma, de la que no es siempre fácil de distinguir.
v El tratamiento es en su mayor
parte sintomático.
v Las revisiones Cochrane
demuestran que no hay diferencia entre placebo y antibióticos en una BA no
complicada.
2.
EPIDEMIOLOGÍA
El 5% de
los norteamericanos presenta un episodio de bronquitis por año, y más de 90% de
las personas afectadas reciben atención médica, lo que representa más de
10.000.000 de visitas anuales. La incidencia aproximada es de 4 por 1.000
habitantes, y la mayoría se desarrolla en personas sanas, con un costo anual
aproximado de 300 millones de dólares. La alta incidencia se presenta durante
el invierno y disminuye en el verano y primavera. En Estados Unidos la BA ocupa
el noveno lugar dentro de las más frecuentes enfermedades reportadas por
médicos en el grupo de pacientes ambulatorios.
3.
ETIOLOGÍA
Los
microorganismos causantes de bronquitis aguda no complicada son:
Virus:
90-95% (Influenza B, Influenza A, Parainfluenza 3, Sincitial respiratorio,
Coronavirus, Adenovirus, Rhinovirus, Coxsackievirus y Herpes simple).
La
bronquitis aguda complicada se presenta entre un 5 y 10%. Aquí hay
sobreinfección generalmente bacteriana. Los gérmenes más frecuentes son:
•
Mycoplasma pneumoniae: 2,5%.
•
Chlamydia pneumoniae: 2,5%.
•
Bordetella pertussis: 2,5%.
No hay
evidencia en personas sanas de que el Streptococcus pneumoniae, Haemophilus
influenzae o Moraxella catharralis causen bronquitis aguda, aunque podrían ocasionar
sobre infección posterior a una infección.
CUADRO CLÍNICO
Durante
los primeros días de la infección, los síntomas leves de infección del tracto
respiratorio superior no pueden ser diferenciados de los de la BA. Sin embargo,
con la BA la tos persiste por más de cinco días y durante su manifestación
puede presentarse alteración de las pruebas de función pulmonar. 50% de estos
pacientes presentan disminución del VEF o hiperactividad bronquial medida por
broncoprovocación, con mejoría en los siguientes 5 a 6 días.
La tos de
la BA típica persiste por 10 a 20 días pero algunas veces puede tardar en
resolver 4 o más semanas. Adicionalmente, el 50% de los pacientes puede
presentar tos con expectoración purulenta. Por otro lado, en individuos sanos,
el esputopurulento puede indicar descamación del epitelio traqueobronquial y
células inflamatorias y su posible valor predictivo positivo para determinar
enfermedad alveolar es bajo (aproximadamente 10%).
No es
claro si la BA conduce directamente a una condición crónica o esta se encuentra
al mismo tiempo que la inflamación de las vías aéreas mayores.
4 FISIOPATOLOGÍA
La
bronquitis aguda se puede dividir en dos fases:
1.
Inoculación
directa del epitelio traqueobronquial por un virus o por un agente
físico-químico, polvo o alergeno, que lleva a la liberación de citoquinas y
células inflamatorias. Esta fase se caracteriza por fiebre, malestar general y
dolor osteoarticular. Su duración es de uno a cinco días, según el germen
causal.
2.
Hipersensibilidad
del árbol traqueobronquial. La manifestación principal es la tos, acompañada o
no de flemas y sibilancias. La duración usual es de tres días, pero depende de
la integridad del árbol traqueobronquial y de la hipersensibilidad propia de
cada individuo. El Volumen Espiratorio Forzado en el Primer Segundo (VEF)
disminuye transitoriamente. La infección bacteriana, por lo general, es
producto de una infección viral previa.
5 DIAGNÓSTICO
La BA
puede diferenciarse de la inflamación aguda de las pequeñas vías aéreas (asma o
bronquiolitis) porque típicamente se presenta como tos persistente acompañada
de jadeo, taquipnea, dificultad respiratoria e hipoxemia.
También
podría ser diferenciada de las bronquiectasias que se asocia con dilatación
permanente de los bronquios y tos crónica. El diagnóstico de bronquitis crónica
se reserva para los pacientes que tienen tos y expectoración en la mayoría de
los días del mes, por lo menos 3 meses del año durante 2 años consecutivos.
Una cuidadosa historia clínica incluye el reporte
de contactos con personas enfermas y el examen físico puede sugerir una causa
específica. En este se observa taquicardia, puede o no haber frecuencia
respiratoria aumentada con o sin signos de
dificultad respiratoria, inyección conjuntival y faringe congestiva. En la
auscultación pulmonar pueden encontrarse sibilancias y roncus, pero ningún
signo de consolidación pulmonar ni de derrame pleural. Una excepción es la tos
en el paciente anciano. La neumonía en este grupo de edad muchas veces no se
acompaña de signos y síntomas marcadores de la enfermedad.
AYUDAS DIAGNÓSTICAS
La
evaluación y manejo de los pacientes con tos aguda y con sospecha diagnóstica
de BA no complicada debe hacerse particularmente para descartar otras
afecciones más importantes, como la neumonía. El cuadro clínico con las
características ya descritas constituye la principal evidencia diagnóstica. Un
cuadro viral acompañado de síntomas respiratorios, tos con o sin flemas permite
establecer el diagnóstico. La evaluación del esputo puede ayudar a identificar
un cuadro bacteriano sobreagregado. La radiografía del tórax y la pulso oximetría
podrían ayudar a excluir un cuadro neumónico. Está indicada la radiografía de
tórax en los siguientes casos:
• Duda diagnóstica
por sospecha de neumonía atípica.
• Tos de más
de 3 semanas de duración si no hay otra causa.
•
Evolución tórpida con tratamiento sintomático.
• Disnea y
fiebre en ausencia de asma.
Un
paciente con frecuencia cardiaca no mayor de 100, frecuencia respiratoria no mayor de
24, en ausencia de fiebre y sin signos
auscultatorios compatibles con neumonía, no requiere otros estudios
diagnósticos.
La
solicitud de hemograma y otros exámenes paraclínicos queda a consideración del
médico, recordando que en general no tienen valor en el diagnóstico de la
bronquitis aguda.
6 TRATAMIENTO
TRATAMIENTO INICIAL
Los
antibióticos no deben ser utilizados rutinariamente en el manejo de la
bronquitis aguda, aunque son muchos los médicos que los prescriben, realmente
en forma empírica e inadecuada. El manejo es sintomático con las siguientes
medidas:
•
Aumentar la ingesta de líquidos orales.
•
Analgésicos, según necesidad en el control del malestar general.
•
Suspender el cigarrillo.
• La tos
aguda provocada por el frío o infecciones virales no parece responder a
antitusígenos del tipo dextrometorfan, este y la codeína presentan un efecto
muy modesto.
• Debe
tranquilizarse al paciente y explicarle que la tos puede durar hasta 14 días.
• Según
el cuadro clínico, se podrían añadir Broncodilatadores ß2 de corta acción
(salbutamol o albuterol).
No hay
suficiente evidencia sobre el efecto benéfico de los corticoides inhalados. El
uso de antibióticos en la bronquitis aguda ha sido motivo de múltiples
revisiones y meta-análisis. Como conclusión, se puede decir que no se ha
demostrado beneficio con su uso, y que más bien podrían aumentar la resistencia
bacteriana.
Los
antibióticos podrían considerarse en las siguientes situaciones:
• Tos
productiva por más de dos semanas, con síntomas de inflamación sistémica como fiebre
(sospecha de infección por Bordetella pertussis, para limitar su transmisión)
•
Evidencia bacteriológica significativa. Esputo con más de 25 leucocitos por
campo y menos de 10 células epiteliales en el estudio microbiológico.
• Los
antibióticos podrían ser: amoxicilina (50mg cada 8 horas por 5 a 7 días),
eritromicina (500 mg cada 6 horas por 5 ó 7 días), trimetropin sulfametoxasol
(160 mg/800 mg cada 12 horas por 5 ó 7 días), o doxiciclina (100 mg cada 12
horas por 5 ó 7 días).
Los
antivirales antiinfluenza, como los inhibidores de neuroaminidasa o la
amantadina o rivabirina, no están indicados en el tratamiento de la BA. Sin
embargo, varios estudios han demostrado que el tratamiento antibiótico viral
puede ser benéfico cuando el patógeno ha sido adecuadamente identificado;
agentes antiinfluenza como el oseltamivir o el zanamivir disminuyen la duración
de los síntomas en aproximadamente 1 día y ayudan a un temprano retorno a las
actividades (0,5 días) en individuos con infecciones causadas por agentes susceptibles.
TRATAMIENTO INTERDISCIPLINARIO
Establecido
el diagnóstico de bronquitis aguda, el tratamiento interdisciplinario sólo
queda indicado en el paciente con complicaciones como neumonía, o en quien se
debe evaluar la necesidad de manejo hospitalario por medicina interna o por
neumología. También está indicada la consulta con un especialista si hay
persistencia de síntomas como la tos más allá de 3 semanas, o para investigar
otras condiciones que en ocasiones se ocultan, como el asma, el reflujo gastroesofágico
o la sinusitis. Un caso para tener en cuenta es la infección por Bordetella
pertussis, que puede imitar la BA y posteriormente producir un cuadro
infeccioso severo.
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